La distribución de alimentos en Gaza se ha convertido en una “trampa mortal”, según la ONU. Al menos 46 personas que esperaban asistencia murieron por disparos israelíes en dos incidentes distintos en el centro y sur del enclave, de acuerdo a hospitales y rescatistas.
Los incidentes son parte de una serie de ataques casi diarios contra civiles que hacen fila para recibir alimentos. Sin embargo, estos hechos han recibido menos atención internacional desde que Israel atacó a Irán hace más de una semana.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) y la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas denunciaron el mecanismo de distribución apoyado por Estados Unidos e Israel. Un funcionario de la ONU en Ginebra lo calificó como “una abominación” y “una trampa mortal” que humilla a las víctimas y viola el derecho internacional.
“La utilización de la comida como arma contra civiles es un crimen de guerra”, dijo Thameen al-Kheetan, portavoz de la ONU.
Testimonios desde Gaza
Los familiares describen escenas desgarradoras en hospitales como el al-Awda, donde los heridos llegaron entre gritos de dolor. Umm Raed al-Nuaizi, madre de un joven baleado cuando buscaba harina para su familia, lamentó:
“¿Por qué la vida de nuestros hijos vale tan poco? Mi hijo solo quería una migaja para que sus hermanos pudieran comer”.
En Rafah, sobrevivientes relataron que tanques israelíes dispararon sin previo aviso contra la multitud reunida en un punto del Gaza Humanitarian Foundation (GHF), una entidad privada respaldada por Estados Unidos e Israel.
“Todos alrededor resultaron heridos, había sangre por todas partes”, dijo Hatem Abu Rjileh.
Los hospitales y Defensa Civil informaron que en un solo día murieron 21 personas y más de 150 resultaron heridas.
Críticas internacionales
La ONU y grandes organizaciones humanitarias han boicoteado a la GHF, acusándola de colaborar con los objetivos de Israel en la guerra contra Hamás y de poner en peligro a la población.
“Esta es una estructura que degrada a la gente desesperada y cuesta más vidas de las que salva”, afirmó Philippe Lazzarini, jefe de UNRWA.
Israel, por su parte, negó responsabilidad directa y dijo que permite a la GHF actuar “independientemente” para distribuir ayuda bajo las leyes internacionales. Sin embargo, la violencia que rodea los puntos de distribución genera terror entre los residentes.
“La gente sabe que es una trampa mortal. Todos los días mueren personas que solo buscan una bolsa de harina”, dijo Mahmoud al-Ghura, padre de cuatro hijas en Gaza.
Crisis humanitaria creciente
Los envíos internacionales han disminuido drásticamente desde que Israel endureció el bloqueo en octubre pasado. Aunque recientemente ingresaron algunos camiones de World Central Kitchen, la cantidad es insuficiente y la población continúa al borde de la hambruna.
La situación en Gaza es crítica y, según la ONU, solo una distribución humanitaria imparcial y segura puede evitar más muertes entre quienes sobreviven sin alimentos ni servicios básicos.
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