Graves denuncias desde Khan Younis. Testigos aseguran que el Ejército israelí abrió fuego contra una multitud que aguardaba harina. El hospital colapsó por la cantidad de heridos.
Al menos 51 palestinos murieron y más de 200 resultaron heridos tras un ataque cerca de un punto de distribución de ayuda humanitaria en Khan Younis, al sur de la Franja de Gaza. Según informaron testigos y rescatistas, fuerzas israelíes habrían disparado contra una multitud que aguardaba la entrega de harina, en medio de una crisis alimentaria desesperante.
La agencia de defensa civil de Gaza, controlada por Hamas, detalló que los soldados israelíes primero lanzaron misiles desde drones y luego dispararon obuses desde tanques ubicados a unos 500 metros del lugar. Las explosiones causaron una masacre entre las personas que se habían congregado junto a un cruce clave que conecta con Bani Suheila, una zona golpeada por semanas de operaciones militares.
Desde el Ejército israelí (IDF) informaron a la BBC que están “revisando los informes”, y reconocieron que “hubo fuego en dirección a una multitud que se acercó a las tropas”, cerca de un camión de ayuda que había quedado atascado.
Nasser Hospital, al límite
El hospital Nasser, el principal centro médico aún operativo en la zona, se encuentra desbordado. Las imágenes que circulan en redes sociales muestran a decenas de heridos tendidos en el suelo, mientras el personal médico intenta atenderlos con insumos limitados.
“La mayoría de las heridas son por disparos”, señaló el doctor Thanos Gargavanis, cirujano de trauma de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien advirtió sobre una preocupante “correlación entre los centros de distribución de alimentos y los incidentes masivos con víctimas”.
Una tragedia que se repite
Este ataque se suma a una serie de tiroteos diarios registrados en las últimas semanas cerca de los puntos de entrega de ayuda. De acuerdo con la OMS y organizaciones humanitarias en el terreno, la mayoría de las víctimas en los últimos días no provienen de bombardeos, sino de incidentes vinculados al reparto de alimentos.
La Gaza Humanitarian Foundation (GHF), el organismo respaldado por Estados Unidos e Israel para reemplazar a la ONU en la distribución de ayuda, fue blanco de críticas tras lo ocurrido. Aunque la organización negó responsabilidad directa —al señalar que los incidentes ocurrieron fuera de sus centros—, la falta de control y seguridad en las entregas ha desatado caos, saqueos y enfrentamientos armados.
Incluso Hamas calificó a estos centros como “trampas mortales”, mientras crecen las sospechas de que este nuevo esquema de asistencia estaría diseñado para forzar el desplazamiento de la población hacia el sur del enclave.
Silencio y acusaciones cruzadas
El alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, acusó a Israel de “utilizar la comida como arma” y reclamó una investigación urgente. Por su parte, el titular de UNRWA, Philippe Lazzarini, lamentó que “las tragedias en Gaza continúan mientras el mundo mira hacia otro lado”.
La situación en la Franja se ha tornado insostenible: más de 55.000 palestinos han muerto desde octubre de 2023, según el Ministerio de Salud gazatí, cuando comenzó la ofensiva israelí en represalia por el ataque de Hamas que dejó 1.200 muertos y 251 secuestrados en suelo israelí.
En medio del hambre, la desesperación y la violencia sin freno, miles de palestinos siguen arriesgando su vida para obtener un puñado de comida, mientras la comunidad internacional permanece sin respuestas concretas
