“Cerrar o regalar Chapadmalal es un retroceso histórico”, dijo Peralta, exfuncionario vinculado a la gestión del complejo durante el gobierno anterior. Críticas al rol de Scioli, advertencias sobre la pérdida de derechos y un llamado a frenar el vaciamiento estatal.
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MAR DEL PLATA, 19 de abril de 2025 — Víctor Peralta, referente del Frente Grande y exintegrante del equipo de gestión del Complejo Turístico de Chapadmalal durante la gestión de Matías Lammens, rompió el silencio en medio de la preocupación creciente por el futuro del histórico predio. Lo hizo en una entrevista radial con el programa ” Sueños y Sonidos “donde repasó el rol social del complejo, cuestionó los fundamentos del actual gobierno para su posible privatización y denunció un intento de desmantelamiento del patrimonio estatal.
“Scioli habló de ‘innecesariedad’. Me parece un argumento pobre, liviano, para justificar algo tan grave como entregar un símbolo del derecho al esparcimiento de los trabajadores”, disparó Peralta, en alusión al secretario de Turismo.
El complejo, declarado Monumento Histórico Nacional, tiene un valor simbólico y funcional enorme. “No son solo hoteles. Hay una escuela secundaria con orientación gastronómica, un centro de capacitación, un museo, un paseo de artesanos, una escuela de surf, un polideportivo para 5 mil personas… esto es parte de la identidad de Chapadmalal, y pensar en regalarlo o cerrarlo es no entender su rol social”, apuntó el dirigente.
Durante su paso por la gestión pública, Peralta estuvo al frente de obras clave dentro del complejo: “Se pusieron en valor tres hoteles grandes, se renovaron las baterías de sanitarios, se equipó con camas nuevas, se mejoraron calderas, cocinas industriales. Todo para garantizar una buena experiencia, con capacidad para albergar a 600 personas por hotel”.
La trama de la privatización
Peralta planteó que hay un intento deliberado de vaciamiento. “En la gestión actual ya pidieron una lista de treinta trabajadores ‘prescindibles’. Es brutal. Hoy hay unos 70 empleados y están pidiendo que ellos mismos elijan a quién dejar afuera. Es perverso”, dijo.
Sobre la etapa anterior, diferenció la gestión de Mauricio Macri —“cuando se entregaron hoteles a Gendarmería y se redujo el turismo social”— de lo hecho bajo el gobierno de Alberto Fernández. “Se abrieron las puertas a chicos de todo el país, incluso de lugares como San Antonio de los Cobres, que vinieron a ver el mar por primera vez. No es solo una cuestión de turismo barato, es integración social”.
También criticó el rumbo general del gobierno de Javier Milei en materia de bienes públicos. “Este tipo de decisiones no son aisladas. Embalse (en Córdoba) está igual. Es un modelo de país que va contra lo público, que quiere achicar el Estado hasta hacerlo desaparecer, empezando por sus conquistas más visibles”.
Encuentros políticos y una línea clara
En las últimas semanas, Peralta mantuvo reuniones con otros referentes del campo nacional y popular para articular una defensa conjunta del patrimonio estatal. Entre ellos, estuvo en diálogo con sectores sindicales, agrupaciones territoriales de la zona sur de Mar del Plata y con legisladores provinciales del Frente de Todos.
“Nos estamos organizando. Chapadmalal no se toca. Es del pueblo. Vamos a defenderlo con memoria, gestión y lucha”, sostuvo.
El Frente Grande, que integra la coalición Unión por la Patria, viene alertando sobre lo que consideran una ofensiva neoliberal disfrazada de “modernización”. En ese marco, Chapadmalal se convirtió en uno de los puntos sensibles del debate por el rol del Estado y la soberanía sobre los recursos públicos.
Una historia que no se entrega
Para cerrar, Peralta dejó una reflexión cargada de sentido histórico: “Chapadmalal fue creado para que los trabajadores tengan un lugar digno para vacacionar. No es una herencia maldita, es un derecho conquistado. Y los derechos no se venden”.
