Chapadmalal — En el complejo turístico que supo ser emblema del turismo social argentino, hoy se respira incertidumbre y bronca. Rocío García, militante del Partido Obrero y referente del Frente de Izquierda Unidad, participó de una multitudinaria asamblea y abrazo simbólico convocado por los trabajadores del complejo de Chapadmalal. La actividad fue un grito de defensa ante la reciente decisión del gobierno nacional de declarar “innecesario” este espacio histórico.
Nota realizada en el programa Sueños y Sonidos, por Radio 10 Mar del Plata.
“Estamos acá porque esto no es un hecho menor. Lo que hizo el ministro Scioli, hoy funcionario de Milei, es abrirle la puerta a la entrega del complejo al organismo que liquida los bienes del Estado. Y todos sabemos lo que eso significa: privatización, abandono, despidos”, dijo García, con tono firme, mientras decenas de personas recorrían el predio.
La declaración de “innecesariedad” no sólo alcanza a Chapadmalal, sino también al complejo de Embalse, en Córdoba. Salvo la residencia presidencial y el museo –que, según trabajadores, aún no fue confirmado oficialmente si pasará a la Provincia– todo el resto del predio pasará a la Agencia de Administración de Bienes del Estado.
“Esto tiene historia. Por acá pasaron miles de familias obreras que conocieron el mar por primera vez. Es turismo social, sí, pero también es trabajo, cultura, formación. Y están entregándolo como si fuera chatarra”, sostuvo.
García no esquivó el contexto económico. Habló de una devaluación “brutal” del 30%, del nuevo acuerdo con el FMI, del derrumbe salarial, de la fuga de capitales, y de una reforma laboral que –advirtió– busca “aniquilar los convenios colectivos de trabajo”. Pero en su análisis no faltó autocrítica: exigió un plan de lucha más allá del paro del 10 de abril.
“No alcanza con un paro. Los trabajadores están predispuestos a salir, lo vimos en la movilización. Necesitamos un plan de lucha real. Si no lo hacemos, este gobierno nos va a llevar puestos. Y quedan dos años más de Milei. Dos años que pueden significar una derrota histórica para toda la clase trabajadora”, lanzó.
La asamblea en Chapadmalal fue organizada por un grupo de entre 10 y 15 trabajadores del complejo, pero reunió a más de cien personas entre empleados, vecinos, estudiantes de la escuela gastronómica que funciona en el predio y organizaciones sociales. Se debatió el impacto que tendría el cierre o la privatización sobre los comercios de la zona, las familias que viven del turismo en el sur marplatense y la identidad del barrio.
“Acá hay una ferretería, una panadería, pequeños comercios que existen porque existe este complejo. Si lo cierran, desaparecen. Los vecinos lo saben, y por eso están acá”, contó Rocío.
Denunció también un vaciamiento sistemático de parte de los gobiernos anteriores, con sectores del complejo abandonados o cerrados, trabajadores precarizados, contratos temporarios y falta de inversión.
“Podría ser una fuente de empleo aún más grande. Hay una escuela funcionando, una unidad sanitaria cerrada, comedores, ferias de emprendedores. Todo eso hoy está en riesgo por una decisión política que prioriza negocios por sobre derechos”.
La jornada terminó con un abrazo simbólico al predio, entre banderas, aplausos y cantos. Pero para Rocío García, esto recién empieza.
“Llamamos a toda la comunidad de Mar del Plata, de Miramar, de Mar Chiquita, de toda la costa y del país a rodear este conflicto de solidaridad. Hoy es Chapadmalal. Mañana puede ser cualquier otro espacio público que quieran rifar. Hay que defenderlo ahora”.