La frágil tregua en Gaza ha dejado a miles de pacientes en un limbo crítico. Entre ellos, dos niños de 10 años en el Hospital Nasser: uno paralizado por un disparo israelí, otro con un tumor cerebral. Ambos necesitan tratamientos que la frágil infraestructura sanitaria de Gaza no puede ofrecer.
Ola Abu Said explica que su hijo Amar fue alcanzado por una bala perdida de un dron israelí y quedó paralizado. “Necesita cirugía urgente, pero aquí no tenemos las condiciones adecuadas. Los médicos nos advirtieron que podría morir si la operación se realiza en Gaza”, afirma.
Por su parte, Ahmed al-Jadd enfrenta un tumor cerebral. Su hermana Shahd recuerda cómo su hermano, apenas un niño, ayudaba vendiendo agua en medio de la guerra. “No podemos perderlo. Ya perdimos a nuestro padre, nuestra casa y nuestros sueños”, dice, con la esperanza puesta en poder viajar al exterior para recibir tratamiento.
El 22 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) coordinó la primera evacuación médica desde la tregua: 41 pacientes y 145 acompañantes fueron trasladados a hospitales en el exterior a través del cruce de Kerem Shalom hacia Jordania. Sin embargo, miles más siguen esperando. La OMS insiste en la necesidad de ampliar urgentemente las evacuaciones y pide que se habilite nuevamente el cruce de Rafah hacia Egipto, bloqueado por Israel desde mayo de 2024.
Israel, por su parte, condiciona la reapertura a que Hamás cumpla con la entrega de los cuerpos de rehenes fallecidos, según los términos de la tregua. Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, señaló que la medida más efectiva sería permitir el tratamiento de pacientes gazatíes en hospitales de Jerusalén Este y Cisjordania, como se hacía antes del conflicto.
El Dr. Fadi Atrash, director del Hospital Augusta Victoria, asegura que cientos de pacientes podrían recibir atención de forma rápida y eficiente si se reabre esta vía: “Es el trayecto más corto, el más eficiente. Tenemos la experiencia, el idioma y los archivos médicos de los pacientes de Gaza que venían recibiendo tratamiento aquí durante más de una década”.
Desde el 7 de octubre de 2023, tras los ataques de Hamás, Israel restringe el acceso por motivos de seguridad. El ministerio de Salud de Gaza reporta que, hasta agosto de 2025, al menos 740 personas, incluidos 140 niños, murieron esperando atención.
En el Hospital Nasser, el director de Pediatría, Dr. Ahmed al-Farra, describe la angustia del personal médico: “Es doloroso poder diagnosticar pero no tener los medios para tratar. La pérdida de vidas es diaria por nuestra falta de capacidades”.
En la última semana, murieron Saadi Abu Taha, de ocho años, por cáncer intestinal, y Zain Tafesh y Luay Dweik, de tres y ocho años, por hepatitis. Sin soluciones urgentes, miles de vidas en Gaza seguirán en riesgo.
