La concejal de Acción Marplatense, María Eva Ayala, presentó un proyecto de resolución en el Honorable Concejo Deliberante para expresar su “profunda preocupación y rechazo” ante la posible eliminación del régimen de Zona Fría, una medida que analiza el Gobierno Nacional en el marco de su política de recorte de subsidios.
“Lo que algunos presentan como un ‘ahorro’ en subsidios es, en realidad, un retroceso en derechos. Mar del Plata no tiene un clima tropical. Tenemos inviernos largos, fríos y duros, como muchas ciudades de la Patagonia. La Zona Fría no es un privilegio: es una reparación histórica”, sostuvo la edil.
Ayala remarcó que el régimen no es producto de una “percepción subjetiva ni un reclamo aislado”, sino una política sustentada en evidencia climática, histórica y social, que reconoce a la región como una zona de bajas temperaturas y alto consumo energético durante gran parte del año.
Un beneficio que alcanza a más de 260.000 familias
El proyecto también insta al intendente Guillermo Montenegro a “interceder con firmeza institucional y política” para preservar este beneficio que, según datos oficiales, alcanza a más de 260.000 familias de General Pueyrredon. A su vez, se invita a la Defensoría del Pueblo a sumarse al reclamo.
“Eliminar este régimen sería un golpe directo al bolsillo de miles de familias que ya están pagando tarifas impagables. No se puede gobernar desde la insensibilidad ni desde el desconocimiento del territorio. Vamos a defender el derecho de nuestros vecinos a calefaccionarse y a un acceso equitativo a un recurso esencial”, advirtió.
Ayala también alertó que el impacto recaería especialmente en sectores vulnerables como adultos mayores, personas con bajos ingresos, niños en edad escolar y pacientes con enfermedades que requieren ambientes calefaccionados.
Críticas al oficialismo nacional y al intendente
Desde Acción Marplatense sostienen que la posible eliminación de la Zona Fría se enmarca en una política de ajuste que “castiga a los sectores más postergados” y “desatiende las realidades del interior”.
En ese sentido, la concejal también cuestionó la postura del jefe comunal:
“Ese mismo rumbo errático es el que ha adoptado el intendente Montenegro, que se mimetiza con el oficialismo nacional mientras se convierte en un comentarista violeta de la realidad local: apela al lenguaje violento, se desliga de responsabilidades y espera que los mercados resuelvan las necesidades básicas de los marplatenses”.
