Cintia Suárez, guía del Museo Eva Perón y trabajadora del complejo turístico Chapadmalal desde hace 21 años, alertó en el programa “Sueños y Sonidos” por la situación crítica del histórico predio estatal. Denunció despidos silenciosos, abandono oficial e intenciones de privatización.
Chapadmalal, Buenos Aires – En un testimonio emotivo y contundente, Cintia Suárez, una de las trabajadoras con más trayectoria en el complejo turístico Chapadmalal, denunció el avance del desmantelamiento del emblemático predio de turismo social. “Esto es nuestra identidad, nuestra esencia”, afirmó, al relatar la difícil situación que viven los empleados y la comunidad ante la decisión del gobierno nacional de declarar “innecesarios” los hoteles del complejo.
La entrevista se dio en el contexto de una serie de despidos que, según la trabajadora, ya suman ocho en Chapadmalal y al menos quince en Embalse, Córdoba. “Cinco compañeros quedaron sin trabajo este mes. Todos con más de 20 años de antigüedad”, detalló. Los afectados son contratados bajo el Artículo 9, una modalidad que permite al Estado finalizar los vínculos sin aviso previo.
“El 1° de mayo, Día del Trabajador, muchos se enteraron de que estaban afuera. No hubo comunicación oficial. Solo recibieron un contrato con fecha de finalización. Una crueldad”, denunció Suárez.
“El operador idóneo es el Estado”
Suárez también rechazó con firmeza los argumentos del Gobierno sobre el supuesto deterioro de los hoteles como justificación para su cierre. Según explicó, en la gestión anterior se invirtieron más de 7.500 millones de pesos en la recuperación de seis de los nueve hoteles del complejo.
“Hay seis hoteles listos para abrir, con baños accesibles y ascensores. Algunos tienen calefacción eléctrica, podrían funcionar en invierno. Pero se usaron auditorías viejas para justificar el abandono”, apuntó.
Además, cuestionó las declaraciones del secretario de Turismo, Daniel Scioli, sobre la transferencia del complejo a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) para que un “operador idóneo” lo gestione. “¿Quién mejor que el Estado para garantizar el acceso al turismo de quienes no pueden pagarlo?”, se preguntó.
“Chapadmalal es una fábrica de recuerdos imborrables”
La guía del Museo Eva Perón recordó con emoción cómo el complejo marcó la vida de generaciones enteras de argentinos y argentinas. “Acá conocí la mermelada, me dijo un jubilado que había venido de niño. Hay chicos que se bañan dos o tres veces por la emoción de usar una ducha. Eso es impagable”, relató.
Según Suárez, cada año el complejo recibía delegaciones escolares de todo el país. “Este año, por el cierre en temporada, las escuelas no vinieron. Se perdió esa experiencia única de conocer el mar, compartir juegos, hacer nuevos amigos”, lamentó.
Preocupación por las viviendas y el impacto social
Otro punto crítico que planteó es la situación habitacional de decenas de familias que viven dentro del complejo. “Muchos de nosotros vivimos acá, en departamentos destinados a los trabajadores. Si nos echan, no solo perdemos el empleo, también la casa”, advirtió.
Además, subrayó que la zona donde se emplaza el complejo forma parte de una reserva forestal, abierta al público y muy valorada por vecinos de Mar del Plata y Miramar. “Si se privatiza, los accesos a la playa y al bosque dejarían de ser libres. Es una pérdida para todos”.
Cintia Suárez cerró la entrevista con un mensaje claro y conmovedor:
“Chapadmalal no es un negocio. Es un símbolo del derecho al descanso, a la dignidad, a soñar. Privatizarlo es borrar parte de nuestra historia”.