En medio de una creciente preocupación por el rumbo del cine nacional, el Espacio Audiovisual Nacional (EAN) advirtió que, a pesar de los anuncios oficiales sobre supuestas 236 películas aprobadas, no se ha rodado ni una sola producción cinematográfica con apoyo financiero otorgado por la actual gestión del INCAA.
Desde el EAN señalan que, lejos de lo que indican voceros del organismo, las 236 películas mencionadas fueron iniciadas durante gestiones anteriores y no recibieron desembolsos nuevos. En cambio, la gestión encabezada por Carlos Pirovano mantiene el récord histórico de haber aprobado “cero películas argentinas” a través de los mecanismos de fomento previstos en la Ley de Cine.
La parálisis del cine argentino: cifras y contexto
Según datos del propio Observatorio Audiovisual del INCAA, la cuota de pantalla del cine argentino cayó del 27,8 % en 2014 al 7,4 % en 2023, una baja que se profundizó tras la entrada en vigor de la Resolución 545-E/2024. Esta norma restringió el fomento a películas ya terminadas, dejando sin apoyo a más de 200 proyectos que estaban en desarrollo.
La eliminación de los anticipos de subsidios y su reemplazo por microcréditos bancarios de difícil acceso no solo incumple la Ley 17.741, que exige apoyo en todas las etapas de producción, sino que también vulnera el artículo 75 inciso 19 de la Constitución Nacional, que impone al Estado la promoción de la industria cultural.
“El Fondo de Fomento no fomenta. Sin fomento, no hay pantalla ni espectadores. Sin espectadores, no hay industria”, afirmaron desde el EAN, resumiendo una crisis estructural que atraviesa al sector.
Comparación internacional y falta de competitividad
En contraste con la situación argentina, países como España, Francia y Alemania destinan millonarios fondos públicos al fomento cinematográfico. Francia reinvierte el 11 % de lo recaudado en taquilla y TV en producción nacional, mientras que Alemania anticipa hasta el 60 % del presupuesto de una película. Estas políticas permiten que esos países conserven cuotas de pantalla del 25 al 33 %, frente al 7,4 % argentino.
“Sin fomento sostenido, el cine argentino no puede competir. La hegemonía de Hollywood avanza y sin políticas activas, el cine local queda relegado a la invisibilidad”, alertan los firmantes del comunicado.
Exhibición y censura: el otro frente de conflicto
La actual administración defiende un enfoque centrado en “modelos de negocio”, pero omite que el sistema de exhibición está controlado por un puñado de cadenas que aplican tácticas de dumping, ocupando salas con megaproducciones y relegando al cine nacional a horarios marginales o sin funciones.
Sin regulaciones eficaces sobre la cuota de pantalla y sin sanciones por prácticas desleales, la oferta cultural queda a merced del mercado. “El público no puede elegir lo que no se proyecta. Y no se proyecta lo que no se fomenta”, denuncian desde el EAN.
El cine argentino no se financia con fondos del Tesoro
Contrario a lo que sostuvo Pirovano en declaraciones públicas, el cine argentino no se financia con fondos del Estado nacional, sino a través del Fondo de Fomento Cinematográfico (FFC), que se nutre de gravámenes específicos sobre entradas de cine, videogramas y publicidad televisiva. Estos fondos están por ley obligados a reinvertirse en la industria audiovisual.
Un estudio del INCAA revela que por cada peso no invertido en fomento, la economía nacional pierde 5,4 pesos en valor bruto de producción y 5.689 puestos de trabajo, en su mayoría fuera del sector audiovisual directo.
Exigencias del sector
El EAN exige medidas urgentes para revertir la parálisis:
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Restablecer la preclasificación de proyectos con criterios transparentes.
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Reactivar los anticipos de subsidios, con auditorías contables.
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Ajustar los créditos a la realidad de pequeños productores.
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Reinstaurar la vía digital de exhibición y subsidios.
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Reservar el Cine Gaumont exclusivamente para cine nacional.
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No condicionar los subsidios únicamente a la cantidad de espectadores.
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Acompañar la nueva Ley Audiovisual en el Congreso.
“Sin fomento, no hay industria. Sin industria, no hay cine argentino”, concluyen.
