Un informe reciente de Climate Central ha alertado sobre la creciente anomalía climática en América del Sur, con Argentina a la vanguardia de los países más afectados. Durante el verano de 2024, el 84% de la población sudamericana experimentó 30 días consecutivos de calor extremo, un fenómeno exacerbado por el cambio climático. Las temperaturas en Argentina aumentaron casi 1°C respecto al promedio de los últimos 30 años, consolidándose como el país con mayores anomalías térmicas de la región.
Córdoba, Buenos Aires y Rosario se destacaron entre las ciudades más afectadas. En particular, Córdoba experimentó el mayor aumento de temperatura, con un incremento de 1,2°C y 22 días de riesgo extremo. Buenos Aires y Rosario no se quedaron atrás, ocupando también lugares destacados en la lista de las ciudades más calientes de Sudamérica. Este calor extremo representa un grave riesgo para la salud pública, la infraestructura urbana y las economías locales.
El fenómeno tiene su origen en el aumento de gases de efecto invernadero, producto de la actividad humana, principalmente de la industria energética y la agroindustria, que contribuyen al calentamiento global. Además de las olas de calor, el cambio climático está trayendo consigo otros efectos devastadores, como inundaciones, sequías y fenómenos meteorológicos extremos, que están provocando desplazamientos masivos de personas y una creciente crisis alimentaria en varias regiones del mundo, incluidas partes de Brasil y Afganistán.
La Organización Meteorológica Mundial (WMO) ha señalado que 2023 fue el año más caluroso registrado en 175 años, con un aumento global de 1,55°C en las temperaturas respecto a la era preindustrial. Este fenómeno no solo está afectando la vida terrestre, sino también los océanos, que batieron récords históricos en cuanto a calor y acidificación, alterando profundamente los ecosistemas marinos y afectando sectores como la pesca y el turismo.
Frente a esta alarmante situación, la WMO insiste en la necesidad urgente de mejorar los sistemas de alerta temprana para mitigar los efectos de estos fenómenos extremos. Los expertos hacen un llamado a la acción inmediata para frenar el calentamiento global y adaptarse a las nuevas realidades climáticas.