En una entrevista con el programa Sueños y Sonidos, la dirigente nacional de Libres del Sur e integrante del Frente Amplio por la Democracia, Silvia Saravia, analizó la masiva movilización del 24 de marzo, el contexto social y económico del país y las crecientes protestas contra el gobierno de Javier Milei.
“La marcha del 24 superó las expectativas. Fue realmente muy masiva, no solo en Plaza de Mayo, sino en todo el país. En la Ciudad de Buenos Aires, la gente llegó temprano, hubo una gran rotación durante todo el día y se vio un claro mensaje de rechazo a las políticas del gobierno”, señaló Saravia.
Sobre la postura del oficialismo frente a la movilización, criticó el video publicado en redes oficiales: “Intentaron confrontar con un consenso social que tenemos en Argentina sobre la defensa de la democracia y el juicio a la Junta. Milei se dirige a un pequeño sector, pero la sociedad sigue teniendo anticuerpos contra este tipo de discursos”.
En la charla, también se refirió a la vandalización del monumento a Osvaldo Bayer y la intención del gobierno de instalar un nuevo relato: “Buscan revivir viejos enfrentamientos funcionales al poder económico, pero lograron que más jóvenes se interesaran por Bayer y su historia”.
Respecto al accionar del Ministerio de Seguridad y el protocolo antipiquetes, Saravia aseguró que “buscan desmovilizar a la gente por miedo”. Mencionó como ejemplo las agresiones sufridas por jubilados en el Congreso y la represión en protestas: “Los gases que usan son muy fuertes. Quieren evitar que la gente se movilice, pero la bronca es más grande”.
La dirigente también se refirió a la crisis económica y el aumento de la pobreza: “Se habla de baja inflación, pero cada vez la plata alcanza para menos. Mucha gente está sobreviviendo con changas o jornadas laborales interminables en apps de reparto. Hay paciencia en algunos sectores, pero el enojo crece”.
Finalmente, expresó su preocupación por la negociación con el FMI: “La deuda con el Fondo es una estafa que convalidaron Macri y el Congreso. Milei pidió 20.000 millones de dólares y nadie sabe en qué condiciones. Es una hipoteca para el futuro del país”.
Saravia concluyó con una advertencia sobre el rumbo político: “Quieren una sociedad resignada, pero la bronca está en la calle y las movilizaciones van a seguir”
