Mientras la comunidad internacional eleva su indignación ante la ofensiva israelí en Gaza, las Fuerzas Armadas de Israel volvieron a bombardear el enclave palestino durante la noche y la madrugada del miércoles, dejando un saldo de al menos 45 personas asesinadas, incluyendo mujeres y un bebé de apenas una semana de vida, según confirmaron autoridades hospitalarias de la Franja.
A pesar del creciente repudio global, el gobierno de Benjamin Netanyahu mantiene su guerra genocida sin tregua, profundizando el desastre humanitario. Incluso con la entrada de algunos camiones con ayuda, la asistencia no llega a quienes más la necesitan. Las trabas impuestas por el ejército israelí, como la re-carga de suministros en nuevos camiones bajo supervisión militar, impidieron la distribución en tiempo y forma.
Ayuda humanitaria bloqueada
La ONU confirmó que los trabajadores humanitarios no pudieron avanzar con la entrega de suministros debido a las restricciones impuestas por Israel. En tanto, notas internas de organizaciones de ayuda difundidas por AP este miércoles indican que ningún camión de ayuda logró salir de Kerem Shalom, el paso fronterizo al sur de Gaza controlado por Israel, a pesar de que 65 vehículos fueron trasladados desde el lado israelí.
Europa empieza a reaccionar
Mientras tanto, el Reino Unido suspendió las negociaciones de libre comercio con Israel, sumándose a la creciente presión internacional. Canadá, Francia y otros países europeos ya habían advertido sobre posibles sanciones si el gobierno israelí no frena la masacre. La Unión Europea también anunció que está revisando su acuerdo de asociación comercial con Israel.
Negociaciones estancadas
En paralelo, Israel retiró a su equipo de alto nivel de las negociaciones de cese del fuego en Doha, reemplazándolo por funcionarios de menor rango. El gobierno de Netanyahu insiste en que solo detendrán la guerra si Hamas entrega a todos los rehenes, se disuelve y entrega sus armas, condiciones que el grupo islamista rechaza, ofreciendo liberar a los cautivos a cambio de un retiro total israelí y el fin de la ocupación.
Más muertes, más destrucción
Mientras los discursos van y vienen, la realidad en Gaza es implacable. En Khan Younis, al sur del enclave, 24 personas fueron asesinadas, 14 de ellas pertenecientes a una misma familia. En el centro de Gaza, un bebé recién nacido perdió la vida bajo las bombas. Israel no dio explicaciones concretas sobre estos ataques, limitándose a repetir que apuntan a infraestructura de Hamas, aunque las víctimas siguen siendo civiles.
Desde el comienzo de esta nueva escalada, tras el ataque del 7 de octubre de 2023 por parte de Hamas, Israel ha asesinado a más de 53.500 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza. La gran mayoría son mujeres y niños.
