En diálogo con “Sueños y Sonidos”, el sacerdote reflexionó sobre el legado del Papa Francisco, criticó la baja en la edad de imputabilidad y llamó a no perder de vista el centro del mensaje cristiano: Jesús y los más vulnerables.
“Muy con los pies en la tierra, muy nosotros”, así definió el padre Juan Carlos Molina el legado del Papa Francisco durante su entrevista con el programa Sueños y Sonidos, donde ofreció una sentida reflexión sobre el pontífice argentino, su impacto global y la actualidad política y social del país. Desde sus primeros minutos al aire, Molina destacó su cariño por Mar del Plata, ciudad donde vivió y trabajó en su juventud, recordando con afecto tiempos de esfuerzo y militancia en contextos complejos del país.
“Francisco dejó una impronta mucho más fuerte que Juan Pablo II. No fue un revolucionario, pero sí un gran movilizador de estructuras”, sostuvo el cura, quien además subrayó que “la cercanía con la gente” es uno de los rasgos más indelebles del Papa. “El día que me saludó, el día que le di un mate en la plaza… hay un montón de ‘días que’ con Francisco, y eso no se va a olvidar tan rápido”, afirmó.
Molina también hizo hincapié en el contenido social de las encíclicas Fratelli Tutti y Laudato Si’, comparándolas con documentos históricos de la Iglesia que tocaron temas humanos y obreros. “Tocan más el nosotros que el yo”, expresó, y resumió el pensamiento social del Papa en tres palabras potentes: tierra, techo y trabajo.
“No podemos dejar de hablar de Jesús”
Consultado sobre el rol que deben asumir los creyentes hoy, Molina fue tajante: “No olvidarnos que el centro es Jesús”. Según relató, esa ha sido una constante en sus homilías, incluso para oyentes no creyentes. “Cada uno lo baja a su territorio, pero necesitamos que Jesús esté en el centro. Si no, se pierde la mística, lo importante”.
Además, destacó la mirada del Papa sobre los descartados: “Fue a Lampedusa, al África, no vino a Argentina ni a Europa. Fue donde lo necesitaban como imagen, como signo”. En esa línea, instó a mirar hacia quienes hoy están excluidos: “Los pibes con adicciones, los desocupados, los que nadie mira”.
Crítica al proyecto de baja de edad de imputabilidad
En uno de los pasajes más duros de la entrevista, Molina se expresó sin filtros sobre el posible avance del proyecto para bajar de 16 a 14 años la edad de imputabilidad penal: “Me duele. Son chotos, perdón, pero no hay otra palabra”, dijo, visiblemente molesto.
“Vamos por lo más fácil y lo más doloroso. No hay criminalidad como para justificarlo. Primero hay que pensar en que coman cuatro veces al día, en la calidad de las escuelas, en las viviendas dignas, en combatir en serio el narcotráfico. Pero pareciera que no”, disparó el sacerdote.
“Es tiempo de componer”
Finalmente, Juan Carlos Molina también se refirió al valor del diálogo y el consenso. “Francisco fue un gran componedor. No hablo de unidad, pero sí de componer heridas, dolores, divisiones”, expresó. Y aunque reconoció que la grieta existe y debe ser nombrada, valoró que el Papa siempre supo de qué lado pararse.
“Recibió a todos, pero nunca dejó de hablarles a los poderosos. Incluso en bata, en medio de su convalecencia, les reclamó por los migrantes. Esos son gestos que marcan una época”, concluyó Molina.
