Organizaciones advierten sobre una inminente hambruna mientras se agrava la crisis humanitaria tras más de 11 semanas de bloqueo.
La situación en Gaza se ha vuelto desesperante. A pesar del ingreso limitado de ayuda humanitaria tras el alivio parcial del bloqueo israelí, escenas de caos, saqueos y enfrentamientos armados marcan el día a día en la franja, donde millones de personas enfrentan el hambre y la falta total de servicios básicos.
En las últimas horas, un convoy de ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA) fue atacado por hombres armados en el centro de Gaza, lo que derivó en un tiroteo con fuerzas de seguridad de Hamas y un posterior bombardeo con drones israelíes, que dejó seis oficiales muertos, según testigos y medios locales.
La ONU advirtió que entre 500 y 600 camiones diarios son necesarios para atender la demanda de alimentos en Gaza, pero en los últimos tres días apenas cruzaron 130 camiones. La cifra está muy por debajo de lo requerido para una población de más de 2,1 millones de personas, en su mayoría desplazadas y sin acceso a alimentos, agua o medicamentos.
Ataque aéreo tras el tiroteo
El ataque ocurrió durante la noche del jueves, cuando un convoy de 20 camiones con harina se dirigía desde el paso fronterizo de Kerem Shalom hacia un depósito del PMA en Deir al-Balah. Era escoltado por seis agentes de seguridad de Hamas.
Testigos relataron a la BBC que un grupo de cinco hombres armados disparó a las ruedas de los camiones e intentó robar la carga. En ese momento, comenzó un breve tiroteo con los agentes, que fue interrumpido abruptamente por un ataque de drones israelíes, que lanzaron cuatro misiles sobre los efectivos de Hamas.
El grupo islamista calificó el hecho como una “masacre horrorosa” y acusó a Israel de atacar deliberadamente a los responsables de proteger la ayuda humanitaria. Por su parte, el ejército israelí (IDF) confirmó el ataque y aseguró que “identificó a varios hombres armados, entre ellos terroristas de Hamas” en las inmediaciones del convoy.
Bakeries colapsadas y distribución interrumpida
La desesperación se hace visible en las calles: panaderías cerradas por seguridad, familias desesperadas y largas filas por un trozo de pan. Muchos centros de distribución debieron interrumpir sus operaciones este jueves ante la imposibilidad de controlar las multitudes hambrientas.
Algunos residentes proponen entregar directamente sacos de harina a las familias para que puedan cocinar en sus hogares o carpas, evitando así los puntos de reparto que se vuelven focos de violencia y desorganización.
Saqueos y críticas a las organizaciones humanitarias
La inseguridad creciente también afecta el trabajo de los organismos internacionales. El PMA denunció que 15 de sus camiones fueron saqueados durante la noche, y advirtió que el hambre, la desesperación y la ansiedad por la escasez están agravando la crisis.
“Los niveles de hambre son alarmantes. Las personas están desesperadas y cada vez más difíciles de contener”, alertó la organización.
El jefe de la agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, fue contundente: “Nadie debería sorprenderse de que la ayuda sea saqueada. El pueblo de Gaza ha sido privado de agua, alimentos y medicamentos durante más de 11 semanas”.
Testimonios desgarradores desde Gaza
Desde un campamento de desplazados en al-Mawasi, al sur de Gaza, Abd al-Fatah Hussein, padre de dos hijos, relató vía WhatsApp: “No hay electricidad, no hay comida, el agua es insuficiente y no hay medicamentos. Los bombardeos nocturnos solo empeoran todo”.
En Khan Younis, la adolescente Saba Nahed Alnajjar permanece junto a su familia en su casa parcialmente destruida, pese a las órdenes de evacuación. “No tenemos a dónde ir. Ya no hay ciudadanos en nuestra zona, solo desplazados durmiendo en las calles y sin alimentos. La situación es insoportable”.
La midwife Rida, de la organización Project HOPE, afirmó que muchas mujeres llegan a su clínica sin haber comido, y que la malnutrición está afectando gravemente la lactancia de las madres: “Me dicen ‘mi bebé no se llena, mi pecho está vacío’. Comen una sola vez al día, y solo galletas energéticas”.
“Una cucharadita de ayuda cuando se necesita un aluvión”
El secretario general de la ONU, António Guterres, informó que de los 400 camiones autorizados para ingresar a Gaza esta semana, solo 115 lograron entregar sus cargas. “Nada ha llegado al norte, donde el sufrimiento es mayor”, lamentó.
Guterres fue claro: “Esta ayuda es una cucharadita cuando lo que se necesita es un aluvión”. Indicó que 160.000 pallets de suministros –lo suficiente para llenar casi 9.000 camiones– esperan ingresar al enclave.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que solo se permitirá ingresar una “cantidad básica” de asistencia, en tanto no sean liberados los rehenes en poder de Hamas. El gobierno israelí también acusa al grupo de robar suministros, algo que la organización niega.