La obra social del gremio fue beneficiada con una medida oficial. La UTA, por su parte, se baja del paro de la CGT.
A solo 48 horas del paro general convocado por la CGT contra las políticas del presidente Javier Milei, el Gobierno nacional habilitó un gesto que no pasó desapercibido. Este martes, la Superintendencia de Servicios de Salud hizo lugar a un pedido clave de la obra social de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio que conduce Roberto Fernández.
La resolución 379/2025, firmada por el titular del organismo Gabriel Gonzalo Oriolo y publicada en el Boletín Oficial, autorizó a la Obra Social Conductores de Transporte Colectivo de Pasajeros (OSCTCP) a dejar de incorporar jubilados y pensionados entre sus beneficiarios. Según argumentaron, el pedido se basó en motivos económico-financieros.
Aunque la UTA aún no emitió un comunicado formal, todo indica que no se sumará a la medida de fuerza impulsada por la central obrera. El gremio justifica su postura en que se encuentra bajo conciliación obligatoria por un conflicto salarial del sector. Sin embargo, la coincidencia temporal con esta resolución reavivó las especulaciones sobre un acuerdo implícito con el Ejecutivo.
La salida de la OSCTCP del registro del sistema nacional que atiende a jubilados y pensionados fue solicitada en agosto del año pasado, tras una reunión interna de la comisión directiva. Y si bien se trata de un trámite administrativo, su publicación justo ahora cobra una lectura política.
Desde hace tiempo, las obras sociales vienen advirtiendo sobre los serios problemas financieros que enfrentan, sobre todo con la atención a afiliados pasivos. El traspaso de un trabajador en actividad a la condición de jubilado suele implicar una baja significativa en los aportes que recibe la obra social, sin que se reduzca proporcionalmente el costo de atención.
En la práctica, la resolución implica que la obra social de la UTA no sumará nuevos jubilados y pensionados, aunque deberá seguir cubriendo a quienes ya están afiliados bajo esa condición.
La decisión, en este contexto de tensión gremial, se interpreta como un guiño del oficialismo a uno de los gremios que, al menos por ahora, le evita un frente más en un panorama conflictivo.
Fuente : Mundo Gremial