Mientras la conducción nacional de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó un paro de colectivos para este martes en todo el país por la falta de acuerdo en las negociaciones salariales, en Mar del Plata el servicio se mantendría sin alteraciones.
Desde la seccional local del gremio, alineada con la oposición interna al oficialismo que encabeza Roberto Fernández, aseguraron que “acá, normal”, descartando por el momento la adhesión a la medida de fuerza. No obstante, no se descarta que la situación pueda cambiar sobre la hora si se produce alguna novedad de peso.
La medida, dispuesta por la conducción nacional, responde a una oferta empresarial que el sindicato tildó de “una falta de respeto”: un incremento salarial inferior al 6% en cinco meses y pagos no remunerativos a cobrar recién a mitad de año. Un esquema que los trabajadores consideran insuficiente e inaceptable.
El trasfondo: el ajuste del Gobierno y el deterioro del sistema
El conflicto tiene como telón de fondo el recorte de subsidios al transporte público, una política que el gobierno de Javier Milei aplica tanto en el Área Metropolitana de Buenos Aires como en el interior del país. Esta reducción impacta de lleno en la tarifa que pagan los usuarios y en las condiciones laborales de choferes y empleados del sector.
La medida de fuerza afectará líneas de corta y media distancia, principalmente aquellas agrupadas en la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (FATAP), donde están nucleados los empresarios del transporte de Mar del Plata y Batán. Sin embargo, como ha ocurrido en otras oportunidades, la seccional marplatense se mantendría al margen.
Este domingo, fuentes gremiales locales reiteraron que no se sumarán al paro, al menos por ahora.
Cambios en el gabinete y un futuro incierto
En medio de la crisis del transporte, el Gobierno nacional desplazó al secretario de Transporte, Franco Mogetta, y designó en su lugar a Luis Pierrini. La decisión, según trascendidos, responde más a internas dentro de La Libertad Avanza que a una estrategia de fondo para resolver el conflicto. Mogetta, indicaron, se abocará de lleno al armado político del espacio oficialista.
Para este lunes a las 14, el Ministerio convocó a una reunión con el objetivo de intentar destrabar la negociación y evitar que el conflicto escale. Sin embargo, con un Estado que se retira de su rol regulador y que prioriza el ajuste por sobre la inversión, el horizonte no parece prometedor.
Mientras tanto, millones de trabajadores dependen del transporte público para llegar a sus empleos. Y si bien en Mar del Plata, por ahora, los colectivos seguirán circulando, la sensación es que se trata apenas de una tregua en una disputa más profunda: la que enfrenta a los gremios con un modelo económico que, según denuncian, castiga el salario, el trabajo y la dignidad.