Nueve años después del histórico acto en Comodoro Py, la militancia recuerda cómo comenzó una etapa clave en la historia política reciente.
Este domingo 13 de abril, La Cámpora vuelve a poner sobre la mesa una fecha que marcó un punto de inflexión en la historia del peronismo contemporáneo: el Día de la Lealtad a Cristina. Para la agrupación que lidera Máximo Kirchner, ese 13 de abril de 2016 no fue una simple jornada de movilización: fue un acto de rebeldía colectiva frente a una ofensiva judicial sin precedentes contra la ex presidenta.
“Creyeron que la iban a amedrentar, que Cristina se iba a correr del centro. Pero pasó todo lo contrario: se puso al hombro una estrategia política y reconstruyó la fuerza”, recuerdan desde la organización. En ese entonces, tras una denuncia impulsada por sectores cercanos al macrismo y amplificada por medios y jueces alineados con el poder económico, Cristina Kirchner fue citada a declarar en Comodoro Py. Lejos de ir en soledad, una multitud la acompañó y dejó claro que el vínculo con el pueblo seguía intacto, incluso después de dejar el poder.
Una lealtad construida “a dos puntas”
“Ese día no fuimos a pedirle que nos solucione la vida. Fuimos a decirle que estábamos con ella”, explican desde La Cámpora. Lo que se puso en juego fue la construcción de una defensa militante, no pasiva. No hubo dudas ni cálculos electorales: se organizó desde los barrios, con convicción, con discusión política en cada esquina.
Esa movilización fue, según recuerdan, la piedra basal de lo que luego sería el triunfo electoral de 2019. Cristina, que había propuesto un “frente ciudadano”, decidió ser candidata a vicepresidenta y selló una fórmula que le devolvió al peronismo la Casa Rosada. “Gracias al coraje y la claridad de Cristina pudimos armar de nuevo”, señalan.
De la resistencia al intento de magnicidio
El texto difundido por la organización también recuerda la continuidad de esa ofensiva judicial y mediática. Desde la asunción de Mauricio Macri en 2015 hasta la actualidad, la figura de Cristina Kirchner fue blanco de un entramado que combina medios, servicios, jueces y operadores políticos.
En 2022, cuando el fiscal Luciani pidió 12 años de prisión para la vicepresidenta en la causa Vialidad, una nueva ola de respaldo popular volvió a las calles. El mismo año, ocurrió el intento de asesinato frente a su domicilio en Recoleta, en un clima de hostilidad fogoneado por sectores ligados a la ultraderecha y medios de comunicación.
Hoy, el expediente sigue plagado de irregularidades, pruebas destruidas y dilaciones. “Solo cuando Cristina es víctima se olvidan de la celeridad que tienen cuando la acusan”, apuntan desde la agrupación.
Una Corte que define el futuro
Para La Cámpora, la Corte Suprema tiene ahora la responsabilidad de definir si Cristina queda proscripta o no. Y no se andan con vueltas: “No esperamos nada bueno de una banda en la que dos de sus miembros fueron nombrados por decreto y otro por un mecanismo también inconstitucional”.
Recuerdan que el Senado rechazó los pliegos de Lijo y García Mansilla, pero remarcan que eso no alcanza para frenar lo que llaman “la mafia judicial”. Denuncian además que sectores oficialistas bloquearon el juicio político contra la Corte que impulsó el bloque de Unión por la Patria en 2023.
Una nueva etapa, sin abandonar las banderas
“El 13 de abril de 2016 fue el inicio formal de la persecución. Hoy estamos en una etapa distinta, pero dentro del mismo ciclo que arrancó con el macrismo y que el gobierno del Frente de Todos no logró cortar”, afirman.
Y cierran con un mensaje de lucha, sin medias tintas: “No pudieron con el peronismo en la proscripción del ’55, ni en la dictadura genocida. Tampoco van a poder ahora. Cristina ya nos marcó el camino. Es momento de enderezar y ordenar el movimiento. Feliz Día de la Lealtad a Cristina, compañeros y compañeras. Que vengan muchos más”.