El encuentro con el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos se produjo en un contexto de redefinición del rumbo sanitario argentino. También participaron el ministro Mario Lugones y representantes diplomáticos norteamericanos.
En una jornada marcada por la tensión diplomática y el giro en la política sanitaria nacional, el presidente Javier Milei recibió este martes por la mañana al secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., en Casa Rosada. La reunión tuvo lugar en el despacho presidencial a las 10 y se extendió por poco más de una hora, sin acceso a la prensa acreditada debido a un fuerte operativo de seguridad.
El encuentro se dio inmediatamente después de que el Gobierno argentino ratificara su decisión de retirarse de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en lo que Milei calificó como un paso necesario para avanzar hacia un modelo sanitario “basado en evidencia científica y libre de intereses políticos”.
Junto al mandatario, participaron del cónclave el ministro de Salud, Mario Lugones; la encargada de negocios de la embajada estadounidense en Argentina, Abigail Dressel; la consejera principal del Departamento de Salud norteamericano, Stefanie Nicole Spear; y la funcionaria Hannah Ingrid Anderson.
Kennedy Jr., quien llegó a la explanada de Balcarce 50 minutos antes del encuentro, permaneció en el edificio hasta pasadas las 11. Su visita incluyó un gesto simbólico que no pasó desapercibido: posó con una motosierra dorada, en alusión al emblema libertario que Milei ya había obsequiado a Elon Musk a principios de año, en otro encuentro de alto perfil.
Críticas a la OMS y reformas en salud
El Ministerio de Salud de la Nación emitió un comunicado oficial en paralelo a la visita, donde detalló una serie de medidas “que reafirman el rumbo sanitario adoptado por el país”. Entre los anuncios se destacó el inicio de una revisión estructural del sistema sanitario nacional con el objetivo de “ordenar, actualizar y transparentar estructuras y procesos que durante años funcionaron con superposiciones, normas obsoletas y escasa supervisión”.
Además, el texto confirmó formalmente el retiro de Argentina de la OMS, un movimiento sin precedentes en la historia sanitaria del país desde su adhesión al organismo en 1948.
“Hoy la evidencia indica que las recetas de la OMS no funcionan, porque no están basadas en ciencia sino en intereses políticos y estructuras burocráticas que se resisten a revisar sus propios errores”, sostuvo la cartera conducida por Lugones.
En el comunicado se acusó al organismo internacional con sede en Ginebra de “condicionar la soberanía sanitaria de los países” al “ampliar competencias que no le corresponden”.
Avances en la desregulación del sistema de salud
La visita de Kennedy Jr. también incluyó una reunión con el ministro Mario Lugones, en la que ambos funcionarios dialogaron sobre los “avances en la desregulación del sistema de salud” que impulsa el gobierno de La Libertad Avanza. Según se informó de manera oficial, el eje de la charla giró en torno a experiencias de cooperación bilateral, innovación médica y eficiencia en la gestión pública.
Fuentes de Presidencia señalaron que hubo intercambio de propuestas para facilitar el ingreso de nuevas tecnologías, medicamentos y modelos de atención primaria inspirados en el sistema estadounidense.
Cabe recordar que Robert F. Kennedy Jr., hijo del senador homónimo asesinado en 1968 y sobrino del presidente John F. Kennedy, ha mantenido posturas polémicas respecto al manejo global de la salud pública y ha sido una de las voces más críticas del accionar de la OMS durante la pandemia de COVID-19. En 2024, fue designado por el expresidente Donald Trump al frente del Departamento de Salud y Servicios Humanos, en el marco de una administración abiertamente enfrentada a los organismos multilaterales.
Repercusiones y contexto político
La decisión de apartarse de la OMS ha generado fuertes repercusiones tanto en el ámbito local como internacional. Referentes del ámbito sanitario argentino manifestaron su preocupación por las posibles consecuencias de la medida, mientras que especialistas advirtieron sobre los desafíos que podría enfrentar el país en materia de cooperación global ante futuras crisis sanitarias.
En tanto, sectores afines al oficialismo defendieron la decisión como un acto de “soberanía” frente a lo que consideran “la politización de los organismos internacionales”.
El encuentro con Kennedy Jr. representa, para la administración de Javier Milei, un nuevo acercamiento estratégico con el núcleo duro del trumpismo, en momentos en que Argentina redefine sus alianzas geopolíticas y busca consolidar una narrativa de ruptura con el “globalismo sanitario”.