Rusia intensificó sus ataques sobre Ucrania con el mayor despliegue de drones y misiles en una sola noche desde el inicio del conflicto. Al menos 14 personas, incluidos tres niños, murieron y decenas resultaron heridas en una serie de bombardeos que afectaron a más de 30 ciudades y localidades del país.
El ataque se produjo un día después de que Kyiv, la capital ucraniana, sufriera una de las ofensivas más fuertes desde el inicio de la guerra. Las autoridades ucranianas denunciaron la persistencia de Moscú en ignorar los llamados internacionales a un alto el fuego.
El presidente Volodímir Zelensky advirtió que “sin una presión realmente fuerte sobre el liderazgo ruso, esta crueldad no podrá ser detenida”. Además, cuestionó el silencio de Estados Unidos y apuntó directamente al expresidente Donald Trump, quien había manifestado que el presidente ruso Vladimir Putin estaba interesado en terminar el conflicto.
Desde las 20:40 del sábado, hora local, la Fuerza Aérea ucraniana informó que Rusia lanzó 367 misiles y vehículos aéreos no tripulados (UAV) de distintos tipos. De ese total, se lograron interceptar y destruir 45 misiles de crucero y 266 drones, aunque los impactos afectaron a 22 regiones, causando daños en infraestructura civil y militar.
El ministro del Interior de Ucrania, Ihor Klymenko, calificó la ofensiva como “un ataque combinado y despiadado dirigido contra civiles”, señalando que fueron dañados más de 80 edificios residenciales y que se registraron 27 incendios. Tres de las víctimas mortales eran niños de entre 8 y 17 años, pertenecientes a la misma familia en la región de Zhytomyr, mientras que en otras zonas, como Kupiansk y Kyiv, también se reportaron fallecidos y heridos.
Las imágenes de los habitantes buscando refugio en las estaciones profundas del metro de Kyiv ilustran la gravedad de la situación. El ruido constante de drones sobrevolando la ciudad, interrumpido ocasionalmente por la defensa antiaérea, acompañó las horas de terror.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó que durante la madrugada destruyeron 110 drones ucranianos en varias regiones, incluida Crimea, y que el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, confirmó que 12 drones fueron abatidos cerca de la capital rusa.
Este ataque aéreo masivo ocurre en paralelo a un importante intercambio de prisioneros entre Ucrania y Rusia. En los últimos tres días, ambas partes liberaron a 1.000 soldados cada una, el mayor intercambio desde el inicio de la guerra en febrero de 2022. Esta operación siguió a la primera ronda de negociaciones directas en tres años, que tuvieron lugar en Turquía.
Aunque el expresidente estadounidense Donald Trump afirmó que la comunicación con Putin para un posible alto el fuego “fue muy positiva” y que se iniciarían negociaciones para poner fin al conflicto, Moscú solo ha aceptado trabajar en un “memorando” para una “paz posible” sin comprometerse a un cese inmediato de hostilidades.