Dos jóvenes serán juzgados por suministrarle cocaína a Liam James Payne, el exintegrante de One Direction que murió en octubre de 2024 tras caer del balcón del hotel Casa Sur en Palermo. Según la investigación, Braian Nahuel Paiz (25) y Ezequiel David Pereyra (24) le vendieron drogas al músico británico a cambio de dinero. Las pruebas: cámaras de seguridad, mensajes de WhatsApp y múltiples testigos.
El expediente, que comenzó en la Justicia Nacional, fue enviado a la Justicia porteña luego de definirse que se trataba de un caso de “suministro simple de estupefacientes”.
Cómo avanza la causa
El fiscal Andrés Esteban Madrea, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, pidió llevar a juicio oral a Paiz y Pereyra por vender droga en dos ocasiones cada uno. La jueza Laura Bruniard aceptó el pedido. Pero el Tribunal Oral N°30 se declaró incompetente y derivó el caso a la justicia de la Ciudad de Buenos Aires, que ahora deberá sortear un nuevo tribunal.
Quiénes son los acusados
Paiz era mozo en un restaurante de Puerto Madero. Allí conoció a Payne. Pereyra, en cambio, trabajaba en el hotel donde ocurrió la tragedia. Ambos están presos desde diciembre de 2024, con prisión preventiva confirmada por la Cámara Nacional en febrero de este año.
Los hechos investigados ocurrieron entre el 14 y el 16 de octubre, mientras el músico se hospedaba en el hotel Casa Sur. Según la autopsia, Payne cayó desde la habitación 301 bajo los efectos de cocaína, alcohol y psicofármacos.
Qué entregas reconstruyó la fiscalía
El fiscal Madrea detalló cuatro entregas de cocaína a Payne:
Braian Paiz:
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14 de octubre, 3:24 AM: subió con Payne a la habitación 310 y se quedó hasta las 8:15.
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Ese mismo día, entre las 10:03 y 10:44: Payne fue en taxi hasta la casa de Paiz, en la calle Agüero, donde habría recibido más droga.
Ezequiel Pereyra:
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15 de octubre, 3:25 AM: una cámara lo captó entregándole un paquete a Payne frente al hotel.
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16 de octubre, entre las 15:30 y las 16:00: se registró otro intercambio en el tercer piso del hotel.
Las pruebas incluyen videos, chats, declaraciones de empleados del hotel, taxistas y un técnico informático que escuchó al cantante pedir “otros siete gramos más para hoy”.
El rol del manager y los chats con los acusados
La investigación reveló que el propio manager de Payne le daba el dinero para comprar drogas. Este dato fue clave para tipificar los hechos como “suministro a título oneroso”, es decir, a cambio de dinero.
En el teléfono de Payne también se encontraron mensajes incriminatorios. En uno, pedía “4gs” o “5gs”. Paiz le respondió: “I think I got to 3” y le mandó una foto de un polvo blanco. En otro mensaje, Paiz escribió: “Me acaba de contestar el de la pura, para luego si quieres”, seguido de un “Nos vemos cuando puedas, bebé”. Payne le contestó: “Tengo 100 dólares. Fiesta”.
Qué mostró la autopsia
El informe forense confirmó que Payne consumió cocaína —por vía nasal e inhalatoria— en las horas previas a su muerte. También se detectaron altos niveles de alcohol (2.7 g/l), metabolitos de la droga y sertralina, un antidepresivo. La mezcla pudo haber alterado gravemente su conducta. De hecho, el personal del hotel había reportado destrozos en la habitación 310.
La caída ocurrió el 16 de octubre a las 17:10. El cuerpo de Payne impactó en el restaurante de la planta baja. La causa de muerte fue politraumatismos con hemorragia interna y externa.
Qué puede pasar ahora
Paiz y Pereyra enfrentan penas de entre 4 y 15 años de prisión, según la Ley de Estupefacientes (artículo 5, inciso “e”). El tribunal porteño deberá definir ahora quién llevará adelante el juicio.
La muerte de Liam Payne, conocido mundialmente por su paso por One Direction, sacó a la luz un drama que mezcla consumo, abandono y entornos que alimentaron su adicción.
