Milei asfixia financieramente a Kicillof para asegurar la derrota peronista

En una maniobra que revela su estrategia para debilitar a la oposición, Javier Milei ha decidido asfixiar financieramente a Axel Kicillof con el objetivo de que el peronismo pierda las próximas elecciones. En la Casa Rosada, la decisión está tomada: no habrá concesiones en los recortes de fondos ya implementados para la provincia de Buenos Aires, ni se autorizarán giros para finalizar obras públicas iniciadas bajo la administración de Alberto Fernández.

El Presidente se niega a liberar recursos comprometidos para proyectos de infraestructura, dejando a Kicillof en una encrucijada financiera. Hasta la fecha, no está claro si se permitirá a la provincia tomar crédito para financiarse, dado que esta aprobación depende de Luis Caputo. Recientemente, circuló la información de que Caputo había autorizado uno de los dos pedidos de endeudamiento solicitados por Kicillof, pero esta versión fue negada por voceros del gobierno provincial.

En la práctica, esto significa que Kicillof deberá encontrar formas de financiar proyectos cruciales, como la autopista Presidente Perón, con fondos exclusivamente provinciales, una tarea que parece inviable en el corto plazo. El gobernador enfrenta una deuda directa del gobierno nacional que supera el billón de pesos, pero cuando se incluyen otras deudas y compromisos incumplidos, el monto total asciende a 5,8 billones de pesos .

La estrategia de Milei es clara: acorralar a Kicillof, cuyo enfoque económico basado en las teorías keynesianas contrasta radicalmente con el del Presidente. Para Milei, el fracaso de Kicillof simboliza el fracaso del proteccionismo y el intervencionismo estatal que el gobernador defiende. La tensión ha escalado al punto de involucrar a figuras clave como el Papa Francisco, con quien Kicillof se reunió recientemente, llevándole como obsequio sus libros sobre Keynes .

Además, YPF ha ejercido presión para que la provincia de Buenos Aires se adhiera al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Horacio Marín de Techint, en declaraciones sorprendentes para muchos, dejó claro que sin la adhesión de la provincia al RIGI, el financiamiento se cortaría .

En respuesta, Kicillof ha tratado de visibilizar su gestión y mantenerse cercano a los bonaerenses, apostando a que un fallo de la Corte Suprema pueda revertir el recorte de fondos nacionales. No obstante, el Máximo Tribunal aún no ha emitido una resolución, y el gobernador ha tenido que llevar su reclamo a la Ciudad de Buenos Aires, donde junto a intendentes, ha presentado una demanda formal ante el Ministerio de Economía .

La situación financiera de Buenos Aires es alarmante. Un informe del senador provincial Marcelo Daletto (UCR-Cambio Federal) destaca que la provincia enfrenta un déficit de 1,4 billones de pesos, equivalente a 4,4 masas salariales de trabajadores públicos . Esta cifra se compone de los pagos salariales más altos del año anterior, el déficit declarado en diciembre, y la ausencia de transferencias discrecionales que la provincia solía recibir.