El expresidente volvió a empujar una alianza entre el PRO, La Libertad Avanza y parte del radicalismo, y dejó críticas directas al gobernador Kicillof.
En su visita a Mar del Plata, Mauricio Macri volvió a marcar el camino que, según él, debería tomar la oposición en la provincia de Buenos Aires. Frente al intendente Guillermo Montenegro y al diputado nacional Cristian Ritondo, el líder del PRO insistió en la necesidad de construir un acuerdo institucional entre su partido, La Libertad Avanza (LLA) y un sector de la UCR.
“Los dirigentes que tenían precio ya fueron comprados, los que quedamos tenemos valores”, lanzó Macri en conferencia de prensa, en una frase que resonó fuerte dentro del PRO y que generó ruido en los armados locales. Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, se dio por aludido y habló de “especulaciones”.
Macri planteó que el entendimiento no debe ser meramente electoral sino institucional: “No se trata de sumar nombres por fuera, sino de acordar para qué queremos gobernar. Tiene que haber vocación política y un acuerdo claro entre las fuerzas”, sostuvo.
El expresidente también aprovechó para pegarle al gobernador Axel Kicillof: “Kicillof es la peor versión del populismo que tuvimos en décadas. Lo que más daño genera está en la provincia. Queremos que los bonaerenses tengan un futuro mejor. No hay un país mejor sin una provincia próspera”, disparó.
En ese contexto, Macri insistió en sumar a los radicales que compartan “ideas de progreso”, y valoró a jefes comunales como Esteban Reino, intendente radical de Balcarce, con quien se reunió horas antes: “Gracias a la gente del PRO por apoyar a Esteban. Si todos tenemos claro para qué estamos acá, dejamos las internas y trabajamos juntos para ayudar”.
La declaración de Macri también se alinea con un sector del PRO bonaerense que reclama evitar acuerdos por fuera de los partidos, y busca cuidar la marca ante la expansión libertaria: “No queremos perder la identidad del PRO, pero LLA tampoco quiere ceder la suya”, reconoció un jefe comunal.