Por Radio 10 Mar del Plata / Sueños y Sonidos – 13 de abril de 2025
El Secretario de Turismo y Deporte de General Alvarado, Alejandro Frezzia, habló con Sueños y Sonidos y dejó algo en claro: en Miramar, el arte no es solo una muestra, es una manera de vivir. En plena recta final de la Séptima Bienal Internacional de Arte Miramar, ADN de Mar, que se desarrolló del 4 al 13 de abril, Frezzia detalló cómo un evento nacido en 2013 ya forma parte del ADN local, literalmente plasmado en paredes, bancos, columnas y hasta relojes solares.
“Es un evento que hacemos cada dos años, declarado Capital Provincial de Arte a Cielo Abierto”, explicó Frezzia. Y no exagera. Lo que empezó como una serie de murales hoy es un paseo artístico permanente que incluye obras de artistas de Gran Bretaña, Holanda, México y de toda Argentina.
Este año, sin paredones disponibles, los artistas trabajaron sobre mobiliario urbano en la costanera y se animaron por primera vez a intervenir con mosaiquismo las columnas de la Terminal de Ómnibus, que se convirtieron en la vedette de la edición. “Ya se están terminando, algunos hoy están pastinando”, comentó.
Pero más allá de lo artístico, hay algo que se repite en cada frase de Frezzia: la participación comunitaria. Desde la comisión que organiza la Bienal, encabezada por Marité Svast (“no le gusta que le digamos presidenta”, aclara), hasta los vecinos que pasan a mirar y terminan pegando una pieza. “Eso genera un sentido de pertenencia único”, dice.
Y no es solo un gesto simbólico. La Bienal deja obra permanente, que se mantiene y hasta se restaura si hace falta. “Dos de las obras se hicieron prácticamente de nuevo porque estaban muy dañadas”, contó Frezzia, marcando el compromiso de la ciudad con el arte.
Miramar no es solo playa y bosque energético. Es también paseo artístico y ahora, una sorpresa más: la flamante capital costera del bombo legüero, por decisión del propio Indio Froilán González, figura clave del folklore nacional. “Por primera vez se hace una marcha de bombolegüeros en la costa, y eligió Miramar. No va a haber otra. Quedamos como capital para ellos”, reveló Frezzia con visible orgullo.
La ciudad se transforma en un aula a cielo abierto: pasaron por la Bienal escuelas de todo el distrito, se realizaron actividades culturales paralelas, y ya se piensa en nuevas propuestas que sigan uniendo turismo, arte y comunidad.
Los números también acompañan: según una encuesta reciente, Miramar obtuvo un 94% de aceptación turística entre quienes la visitaron. “Esto habla de una imagen muy positiva. Nos pone en un lugar destacado entre los destinos de la costa”, señaló Frezzia.
En tiempos en que hacer cultura cuesta—“todo es plata”, admitió el funcionario—, Miramar demuestra que el secreto no está solo en el presupuesto, sino en el compromiso colectivo. “Todavía tenemos algo de pueblo, eso de que el vecino avisa si se rompió una luminaria. Y eso, que parece chiquito, es lo que nos sostiene”, cerró.