La vicepresidenta Victoria Villarruel parece tener claro que cualquier palabra lanzada en redes sociales puede convertirse en un arma en su contra, especialmente con voces radicales del propio universo libertario que no dudan en señalarla como “enemiga”. Y aunque cerró 2024 con un intento de transmitir “ondas de amor y paz”, su reciente comentario en redes sociales, “en breve gano menos de dos chirolas y soy vice”, volvió a ponerla en el centro de la controversia.
En un contexto de ajustes económicos severos, su queja sobre el “sueldo congelado hace un año” no pasó desapercibida. Por el contrario, irritó profundamente al presidente Javier Milei, quien no dudó en etiquetarla como parte de la “casta” que tanto critica. Las tensiones internas de La Libertad Avanza quedaron nuevamente expuestas, mientras las repercusiones del conflicto todavía no terminan de apaciguarse.
El propio Milei avivó las llamas al referirse al tema en una entrevista con Gabriel Anello en Radio Mitre, donde calificó el comentario de Villarruel como inapropiado, considerando la situación económica del país. Y fue en este terreno resbaladizo donde apareció Juan Grabois, uno de los dirigentes más críticos hacia el libertarismo, para sumarse al debate con una ironía fulminante:
“¡Dejá de llorar y renunciá, Videlina! No te quiere nadie. Algo vas a conseguir en el sector privado, y capaz que pagan tres chirolas: modelo de una fábrica de botas, abogada de genocidas. Aprovechá que por ahora hay mercado para la apología del terrorismo de estado. Hasta podrías hacer algo útil como panelista de los chimentos que escuchaste antes que te echen de la secta terraplanista de Milei.”
El tuit de Grabois, que superó las 120 mil visualizaciones en pocas horas, desató una avalancha de respuestas, entre las que destacó la intervención de Lilia Lemoine, diputada y figura recurrente en las polémicas libertarias. Fiel a su estilo, Lemoine respondió: “No me obligues a darte like, lpmqtrmp!”, un mensaje breve pero cargado de sarcasmo y consonantes que se viralizó rápidamente.
La propia Lemoine no se quedó ahí. Horas antes, ya había calificado a Villarruel como “garrapata” y “sanguijuela”, acusándola de creerse más importante de lo que realmente es dentro del espacio libertario. Este nuevo episodio de “fuego amigo” no hace más que sumar tensión en la interna del oficialismo, donde los enfrentamientos parecen no tener tregua.
Por su parte, los seguidores libertarios no tardaron en responderle a Grabois con críticas hacia su figura, recordando episodios polémicos de su trayectoria y cuestionando su involucramiento en lo que calificaron como un “asunto doméstico” de La Libertad Avanza.
La historia, lejos de cerrarse, promete nuevos capítulos. En un inicio de año marcado por ajustes económicos y choques políticos, el cruce entre Villarruel, Grabois y Lemoine es solo una muestra de las tensiones que marcan el pulso de la política argentina.
¡Dejá de llorar y renunciá Videlina! No te quiere nadie. Algo vas a conseguir en el sector privado, y capaz que pagan tres chirolas: modelo de una fábrica de botas, abogada de genocidas. Aprovechá que por ahora hay mercado para la apología del terrorismo de estado. Hasta podrías… pic.twitter.com/Lu8I5mWdud
— Juan Grabois (@JuanGrabois) January 4, 2025