El escándalo de la criptomoneda $Libra, que estafó a miles de inversores por 250 millones de dólares, está cobrando cada vez más relevancia a nivel internacional, con el presidente de Argentina, Javier Milei, en el centro de la controversia.
Según un artículo publicado por The New York Times, el escándalo comenzó con un tuit de Milei el Día de San Valentín, promocionando esta nueva moneda digital que había sido creada apenas minutos antes. En las horas siguientes, la moneda se disparó en valor, solo para desplomarse rápidamente cuando los principales inversores vendieron sus participaciones, dejando a la mayoría con enormes pérdidas.
Este tipo de fraude, conocido en el mundo de las criptomonedas como “rug pull” (tirón de alfombra), ha sido protagonizado por celebridades que promueven monedas digitales y luego permiten que los insiders vendan sus participaciones a gran escala, obteniendo ganancias desmesuradas mientras que los inversores novatos se quedan con las pérdidas. En el caso de $Libra, la estafa generó un revuelo en Argentina, con la oposición exigiendo un juicio político contra Milei y ciudadanos presentando denuncias penales. Un fiscal federal abrió una investigación, apuntando al presidente como principal responsable.
A pesar de las acusaciones, Milei ha negado haber obtenido alguna ganancia de la criptomoneda. En su defensa, apuntó a una pequeña empresa de Singapur, KIP Protocol, como la responsable de la creación y lanzamiento de $Libra. Sin embargo, investigaciones recientes han desmentido algunas de sus afirmaciones. Según el reporte, el escándalo de $Libra tiene vínculos con una conferencia de criptomonedas en Argentina y con un consultor estadounidense que había trabajado con Milei. Este consultor, que había mencionado el presidente como su asesor, admitió haber ganado 100 millones de dólares con la estafa.
El caso está siendo considerado un ejemplo de cómo las criptomonedas y la política se están entrelazando, enriqueciendo a unos pocos poderosos mientras dejan a la mayoría de los inversores en ruinas. El escándalo sigue evolucionando y pone en tela de juicio la relación entre Milei y el sector de las criptomonedas, generando aún más controversia en su ya complicada situación política y económica.