Un nuevo informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) volvió a poner en evidencia las desigualdades estructurales del país: el 46,2% de los hogares urbanos carece de al menos uno de los servicios esenciales de agua corriente, gas natural o cloacas.
El relevamiento, que abarca millones de viviendas distribuidas en todo el territorio nacional, refleja que más de quince millones de personas viven sin acceso pleno a la infraestructura básica. El estudio se centró en zonas urbanas y consideró tanto la calidad de las viviendas como las condiciones sanitarias y ambientales.
De acuerdo con los datos oficiales, el 9,4% de los hogares no dispone de agua potable y debe abastecerse mediante perforaciones o tanques comunitarios. Además, uno de cada tres hogares (34,3%) no cuenta con conexión a la red de gas natural, dependiendo de garrafas u otros medios alternativos para calefacción y cocina.
El panorama habitacional también revela limitaciones preocupantes: el 12,8% de las viviendas presenta materiales de construcción insuficientes y un 5,7% se encuentra en condiciones precarias. En tanto, el 1,8% de las familias sufre hacinamiento crítico, el 12,1% no posee un baño en condiciones adecuadas de higiene, y el 5,1% vive a menos de tres cuadras de un basural.
Los resultados, difundidos por el organismo estadístico nacional, muestran la profundidad de las carencias que afectan a millones de argentinos, especialmente en barrios periféricos y zonas populares. Desde el INDEC señalaron que los indicadores sirven como base para orientar políticas públicas de infraestructura, vivienda y desarrollo social.
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