Porque si algo demuestra este gobierno, es su “profundo amor” por los adultos mayores. Tan grande es el cariño, que cada vez que los jubilados salen a reclamar por lo que les corresponde —una jubilación digna, un plato de comida, un medicamento—, los reciben con palos y patrulleros.
En la Argentina actual, protestar por tu jubilación puede ser delito. Lo que antes era una postal de dignidad y resistencia, hoy se convirtió en un operativo policial. Todo muy “republicano”.
Los mismos que hablan de libertad mientras recortan haberes, cierran farmacias del PAMI y criminalizan la protesta, ahora también se animan a llevarse presos a los abuelos. Sí, a los mismos que levantaron este país, los mismos que trabajaron toda una vida.
Pero claro, para este modelo, ser jubilado es un lujo, y reclamar por tus derechos, una provocación.
Qué curioso: los verdaderos privilegiados no usan bastón, usan traje y corbata.
La Multisectorial de Jubilados marchará en Mar del Plata “por nuestros derechos y contra el ajuste”












