Más de un centenar de organizaciones humanitarias, entre ellas Oxfam y Médicos Sin Fronteras (MSF), alertaron que las nuevas regulaciones impuestas por Israel están impidiendo que la ayuda llegue a Gaza, aumentando el riesgo de hambre y enfermedades prevenibles.
Según el comunicado conjunto, desde el 2 de marzo la mayoría de las ONG internacionales no ha logrado ingresar ni un solo camión de suministros vitales. En julio, Israel rechazó más de 60 solicitudes de entrega, alegando que las organizaciones no cumplían con los nuevos requisitos de registro.
Los criterios impuestos incluyen no “deslegitimar” al Estado de Israel y proporcionar información detallada sobre su personal palestino. Las organizaciones advierten que esta medida amenaza su independencia y capacidad de denunciar violaciones de derechos humanos.
Sean Carroll, CEO de American Near East Refugee Aid (Anera), señaló: “Tenemos más de 7 millones de dólares en suministros listos para entrar en Gaza, incluyendo 744 toneladas de arroz, suficientes para seis millones de comidas, bloqueadas a solo kilómetros de distancia en Ashdod”.
Israel defiende la normativa, afirmando que busca garantizar que la ayuda llegue directamente a la población civil y no a Hamas, y que solo se producen retrasos cuando las ONG no cumplen con los requisitos de seguridad. Cogat, el organismo militar encargado de la ayuda, indica que alrededor de 20 organizaciones han completado el proceso de registro y que diariamente entran unos 300 camiones, lejos de los 600 camiones diarios que estima la ONU como necesarios.
MSF calificó el sistema como una “distribución militarizada de alimentos que ha convertido la hambruna en un arma”, y advirtió que la situación humanitaria en Gaza “sobrevive al hilo”. Desde el inicio del conflicto actual, Israel afirma que proporciona ayuda fuera de las zonas de combate, mientras que Hamas niega las acusaciones de robo de suministros.
Hasta la fecha, el conflicto ha dejado casi 62.000 palestinos muertos según el Ministerio de Salud controlado por Hamas, y más de 235 personas, incluidos 106 niños, han fallecido por hambre y malnutrición.
