La salida de Leila Gianni del bloque de La Libertad Avanza en La Matanza sumó nuevos capítulos en las últimas horas y dejó al descubierto una interna que venía creciendo desde hace meses dentro del espacio libertario bonaerense. La concejala, de perfil combativo y con fuerte presencia en redes, decidió conformar su propio monobloque y alinearse con dirigentes cercanos al PRO, lo que derivó en acusaciones cruzadas y un duro comunicado del partido violeta en el distrito.
La tensión estalló apenas Gianni asumió su banca. Desde La Libertad Avanza local sostienen que la ruptura fue “deliberada” y que no existe autorización para que represente al espacio. Pero el entorno de la concejala ofrece otra versión: señalan que, tras el pacto de tregua sellado entre Sebastián Pareja y los referentes más cercanos a Javier y Karina Milei, ella quedó sin conducción política. Aseguran incluso que mantiene un vínculo directo con el Presidente y que su trabajo se alinea más con “Las Fuerzas del Cielo” que con la estructura partidaria bonaerense.
La creación del bloque Alianza Libertad Republicana expuso esa disputa. Gianni se unió a Hernán Finocchiaro, Javier Ferreyra y Ricardo Lococco, tres figuras con llegada a Cristian Ritondo y Diego Santilli. Su entorno afirma que venía sufriendo un “ninguneo” constante: falta de actividades en campaña, escaso apoyo territorial y rechazo a su pedido de encabezar el bloque o integrar la mesa de autoridades del Concejo. Incluso señalan que Luis Ontiveros, hombre de confianza de Pareja en la tercera sección, habría intentado desplazarla de la lista antes de las elecciones.
En paralelo, Gianni acusa a Pareja de maniobras internas para correrla del armado y compara su rol con el de Carlos Kikuchi, el exarmador nacional expulsado por la Secretaría General de la Presidencia. “Prometió ordenar y no lo hizo”, deslizan desde su equipo. Y recuerdan que la relación se tensó definitivamente cuando la concejala se mostró en un acto en Rosario con la remera de Las Fuerzas del Cielo.
Desde el bloque libertario rosado respondieron con firmeza: sostienen que Gianni no tiene arraigo territorial en La Matanza y que su paso por el espacio respondió a acuerdos electorales impulsados desde arriba. Sin embargo, la concejala salió a contestar y afirmó que sigue “de la mano del Presidente”, además de aclarar que su saludo con el intendente Fernando Espinoza fue un gesto estrictamente institucional.
Con su nuevo espacio, y acompañada por referentes del PRO y libertarios desencantados con la conducción bonaerense, Gianni apuesta a sostener una línea política que —según su entorno— responde directamente a la visión presidencial. Y aseguran que no piensa retroceder: “Hay esperanza en lugares donde parecía no haber nada. En La Matanza ella interpreta ese clima. Aunque lo intenten, no la van a frenar”.
La interna libertaria promete seguir dando capítulos en uno de los municipios más importantes del Conurbano, donde el reacomodamiento opositor se volvió tan intenso como imprevisible.










