El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) difundió los datos del segundo trimestre de 2025 y Mar del Plata volvió a quedar bajo la lupa. La desocupación en General Pueyrredon se ubicó en el 6,3 %, lo que equivale a unas 20 mil personas sin trabajo. La cifra representa una muy leve baja respecto al mismo período del año pasado (6,4 %) y, al mismo tiempo, marca el índice más bajo registrado en los últimos veinte años.
A primera vista, la noticia puede leerse como positiva. Sin embargo, detrás de ese descenso mínimo se esconde una realidad más compleja: 46 mil vecinos que tienen empleo están buscando un segundo trabajo para complementar ingresos, y otras 41 mil personas se encuentran subocupadas, es decir, trabajan menos horas de las que desearían. En total, 107 mil marplatenses atraviesan algún tipo de problemática laboral.
La pregunta que surge entonces es inevitable: ¿de qué sirve la reducción del desempleo si buena parte de la población ocupada no logra cubrir sus necesidades básicas con lo que gana? El problema no es solo la cantidad de puestos de trabajo, sino la calidad de esos empleos.
Los testimonios cotidianos son claros: cada vez más marplatenses repiten frases como “no me alcanza” o “no llego a fin de mes”. La inflación puede haber mostrado una desaceleración, pero los salarios aún no se recuperan. Y esa brecha entre ingresos y costo de vida se traduce en precariedad, subocupación y búsqueda constante de alternativas.
Por eso, más allá de que el índice de desocupación se ubique en el nivel más bajo en dos décadas, el desafío de fondo sigue intacto: ¿Se generan empleos sostenibles, con estabilidad y salarios dignos, o simples oportunidades pasajeras que no resuelven la vida de los trabajadores?
La respuesta a ese interrogante será clave para medir el verdadero estado del mercado laboral en Mar del Plata y para definir políticas que apunten no solo a reducir la desocupación, sino a garantizar trabajo de calidad.
Por Franco Canales para Radio 10 Mar del Plata