El Gobierno nacional presentó este martes un proyecto de Ley de Libertad Educativa que propone una reforma integral del sistema educativo argentino, desde nivel inicial hasta universitario. La iniciativa fue anunciada por el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, a partir de las conclusiones del Consejo de Mayo y busca reemplazar la Ley de Educación Nacional vigente desde 2006.
Según el Ejecutivo, la reforma apunta a dar más autonomía a las escuelas, ampliar el rol de las familias y garantizar evaluaciones claras y transparentes, tras detectar que la falta de libertad y control educativo es uno de los factores detrás del deterioro del aprendizaje en el país.
Autonomía escolar y gestión de las escuelas
El proyecto permite que cada escuela, pública o privada, defina su plan de estudios, métodos de enseñanza, horarios y calendario. Los directores de escuelas estatales podrán participar en la selección de personal y aplicar medidas disciplinarias.
Se establecerá un Registro Nacional de Planes de Estudio y se cambiará la forma de contabilizar la carga educativa:
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Nivel inicial: 540 horas anuales
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Primaria y secundaria: 720 horas anuales
Además, la educación se declara servicio esencial, garantizando clases incluso durante conflictos laborales.
Participación de las familias en la educación
Las familias tendrán un rol central en la gestión educativa. Entre los cambios principales se destacan:
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Educación en el hogar formalizada
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Consejos de padres con influencia en la elección de directivos
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Publicación de resultados educativos por escuela (sin identificar alumnos o docentes)
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Posibilidad de elegir la institución o proyecto educativo más acorde a sus convicciones
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Acceso a financiamiento directo para estudiantes y familias, mediante becas o vales
Homeschooling y educación virtual
La iniciativa habilita la educación 100 % virtual, híbrida o incluso ofrecida por instituciones de otros países. Cada provincia llevará un registro de los estudiantes bajo estas modalidades, quienes deberán rendir evaluaciones periódicas para acreditar contenidos mínimos.
Se incluyen mecanismos de intervención ante posibles riesgos dentro del hogar, garantizando la protección de los derechos de los estudiantes.
Evaluaciones y examen final de secundaria
Se mantendrán las evaluaciones nacionales tipo Aprender, mientras que el proyecto introduce el Examen Nacional de Educación Secundaria (ENES), voluntario, centrado en:
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Lengua
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Matemática
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Ciencias Naturales
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Ciencias Sociales y Humanidades
Los estudiantes podrán conocer sus resultados individuales. Además, se propone una evaluación docente cada cuatro años, ligada al desempeño y la actualización profesional.
Financiamiento educativo y cambios en universidades
El proyecto elimina la referencia histórica al 6 % del PBI para educación y traslada la responsabilidad del financiamiento básico a las provincias. Mantiene los aportes estatales a escuelas privadas, sin exigir igualdad de inversión por alumno.
En el nivel universitario, el presupuesto se distribuirá según:
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75 % por cantidad de estudiantes y avance académico
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20 % por desempeño (egresos, investigación y extensión)
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5 % para programas especiales con metas verificables
Se refuerzan los controles mediante auditorías internas y externas, buscando mayor transparencia en la gestión de los fondos.
