La Policía Federal detuvo a la jefa de la banda, conocida como “La Reina Blanca”, junto a otros 24 integrantes. Secuestraron armas de fuego, drogas y dinero en una serie de 18 allanamientos simultáneos.
En un amplio operativo coordinado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, el Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina desarticuló una peligrosa organización criminal que operaba en Cutral Có, Neuquén. Según informaron fuentes policiales a Radio 10 Mar del Plata, la estructura estaba liderada por una mujer apodada “La Reina Blanca”, señalada como jefa del narcomenudeo en el Barrio General San Martín.
La pesquisa se inició tras varias denuncias de vecinos que alertaron, a través de una plataforma digital, sobre un grupo armado que intimidaba a la comunidad y comercializaba estupefacientes a plena luz del día. Ante la gravedad del caso, el fiscal jefe de la II Circunscripción Judicial, Gastón Liotard, delegó la investigación en el Departamento Armas y Explosivos de la PFA.
Los agentes identificaron rápidamente a la líder y a su mano derecha, quienes coordinaban a una veintena de colaboradores con roles definidos dentro de la organización. La banda no solo vendía drogas, sino que también abastecía de armas de fuego a otros grupos delictivos de la zona. Dentro de un complejo habitacional se detectaron 18 departamentos utilizados como depósitos de armas y sustancias ilegales.
Con la prueba reunida, la Justicia ordenó 18 allanamientos simultáneos: trece en los “Monoblocks” del barrio y el resto en viviendas ubicadas sobre Ejército Argentino, San José y sectores periféricos.
La caída de la “Reina Blanca”
El operativo permitió detener a 25 personas: la cabecilla, su principal ladero y otros 23 miembros (12 hombres y 11 mujeres), varios con antecedentes por delitos locales. Durante los procedimientos se incautaron cocaína y marihuana fraccionadas para la venta, pistolas 9 mm y .22, un revólver .38, un pistolón calibre 14, más de 200 municiones, cargadores, documentación, $400.000 en billetes de baja denominación, un automóvil y 41 teléfonos celulares.
Un dato que llamó la atención de los investigadores fue que el auto secuestrado tenía impactos de bala en su parte trasera, lo que refuerza la hipótesis de enfrentamientos recientes con bandas rivales.
Debido al nivel de organización criminal, intervino el Grupo de Irrupción de la Superintendencia de Operaciones Policiales y la División Antidrogas Cipolletti, que colaboró con un can detector.
Los detenidos, todos mayores de edad, quedaron a disposición del juez penal Ignacio Pombo por infracción a las leyes 25.886 (tenencia y portación ilegal de armas) y 23.737 (estupefacientes).
