La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró este viernes que Gaza atraviesa una situación de hambruna, afectando a medio millón de personas, en un hecho sin precedentes en la región. La decisión se produce tras meses de alertas sobre el deterioro de la situación humanitaria en el territorio.
La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), organismo de la ONU con sede en Roma, confirmó que la crisis alimentaria ya afecta a la gobernación de Gaza y advirtió que podría extenderse a Deir al Balah y Khan Younis hacia fines de septiembre.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó en su cuenta de X: “Justo cuando parece que no hay palabras para describir el infierno que vive Gaza, se suma ahora la hambruna”. Guterres calificó la situación como un “desastre provocado por el hombre” y responsabilizó a Israel, en su calidad de potencia ocupante, de garantizar el acceso a alimentos y medicamentos.
“Esta hambruna no es solo falta de comida; es el colapso deliberado de los sistemas esenciales para la supervivencia humana. Los niños mueren de hambre y quienes tienen el deber de actuar no lo hacen. No podemos permitir que esto continúe impunemente”, sostuvo el funcionario.
Por su parte, Tom Fletcher, director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, señaló que la crisis “podría haberse evitado” si no fuera por la obstrucción sistemática en los puntos de acceso: “Los alimentos se acumulan en las fronteras debido a restricciones que podrían haberse evitado. Esta hambruna nos atormentará a todos”, alertó.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, agregó que “utilizar el hambre con fines militares constituye un crimen de guerra”, en referencia a la situación que enfrenta Gaza.
Israel, por su parte, rechazó el informe de Naciones Unidas y culpó a Hamas de la crisis, mientras prepara una ofensiva militar en la zona.